lunes, 30 de julio de 2012

Viagens e conflitos agora são filmes



Cuatro películas de ficción y una documental son la propuesta de agosto en los Miércoles de cine brasileño en la Cinemateca Boliviana. Cintas que recorren el territorio de Brasil o se preocupan de algunos problemas de sus protagonistas, intentando de alguna manera no sólo mostrar sino desentrañar la intimidad del vecino país. Y es que, como alguien dijo alguna vez, la mejor manera de conocer la idiosincracia de la gente que puebla un territorio no está precisamente en los centros urbanos más grandes y poblados, sino en los pequeños y aun periféricos.

Este 1 de agosto se presenta el documental Descaminhos, creación colectiva de Marília Rocha, Luiz Felipe Fernandes, Alexandre Baxter, João Flávio Flores, María de Fátima Augusto, Leandro HBL, Armando Mendz y Cristiano Abud, estrenada en 2009. La sinopsis indica: “Seis episodios entre paisajes naturales y urbanos que proponen un viaje antropológico por las ciudades y la vida de las comunidades asentadas al margen de las ferrovías. Los trenes como conductores de la historia y las vías como líneas del tiempo. Un registro del pasado a través de recuerdos y la observación del espacio contemporáneo a partir de lo cotidiano y de la transformación de los lugares producida por la presencia o la desaparición del tren”.

El 8 se proyectará Fronteira, cinta de 2008 dirigida por Rafael Conde. “Fronteira relata una historia de amor y misterio en una antigua casa donde vive Maria Santa, joven cuya fama de milagrera supera las montañas del interior de Minas Gerais. La llegada de dos nuevos personajes causará efectos perturbadores en ella: un viajero, con quien vive una intensa pasión y tía Emiliana, dama de edad decidida a preparar un gran milagro. Fronteira va por una tenue línea entre el amor y la muerte, el erotismo y la religiosidad y revela un mundo en ruinas. Telón de fondo de una pasión complicada, narrada con lógica discontinua de sueños. Surge el paisaje moral de la provincia de marcado por el final de un ciclo de prosperidad y la transición a un nuevo siglo”.

Para el 15 se prevé O dia da caça, realizada en 1999 por Alberto Graça. “Nando, que hace cuatro años abandonó el tráfico de drogas, es obligado a buscar 30 kg de cocaína en la frontera con Colombia. Presionado, busca un amigo casi hermano, Vânder, que conoció cuando estaban en el reformatorio. Al volver de Colombia, en las márgenes del río Amazonas, Nando y Vânder aguardan instrucciones para pasar la cocaína en Manaus, donde conocen a Monalise, joven amante de un traficante francés. Juntos, descubren que fueron traicionados. En el camino de regreso a Brasilia, ellos resuelven ingeniar un plan suicida de venganza”.

Cuando estemos en el 22 será el turno de A falecida, del director Leon Hirszman, producida en 1965. “Zulmira está obsesionada con la idea de la muerte y desea un entierro lujoso como compensación por la vida miserable que lleva en un suburbio de Rio de Janeiro. Creyendo padecer tuberculosis, busca un médico que le garantice gozar de una perfecta salud. Psicológicamente afectada, termina por convertir su fantasía en realidad”.

Tempos de paz, realizada por Daniel Filho en 2009, cierra la muestra el 29. “Brasil estrecha sus lazos con los EEUU y recibe fuerte influencia democrática al final de la 2ª Guerra Mundial. Durante años, centenas de personas fueron presas y torturadas por el régimen de Vargas. Pero varios presos políticos son liberados, por presión del exterior. Segismundo, ex oficial de la policía política del gobierno Vargas, es un ex torturador frío. Por ironía del destino, el final de la Guerra le quita la paz, ahora teme a la venganza de sus ex-prisioneros. Hoy, es jefe de inmigración en la aduana de Río de Janeiro y su misión es evitar la entrada de nazistas. Interroga a los extranjeros y, ante la menor sospecha, los manda de regreso a su casa. Exacto lo que le pasó al ex actor polaco, Clausewitz, confundido con nazista, ahora, tendrá que usar todo su talento de actor para convencer que no es seguidor de Hitler. En tiempos de paz, la única arma que le resta a Clausewitz es el poder del teatro de tocar los sentimientos de las personas. O lo que les restó, después de la guerra”.
Todas las funciones son gratuitas y se inician a las 17:30 y 19:30 en la Cinemateca Boliviana.

IMÁGENES: INTERNET.

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