martes, 3 de julio de 2012

Literatura y cine se funden en los martes hispanos beis



La introducción apuntada en el catálogo indica: “La influencia de la literatura en el séptimo arte ha impulsado el nacimiento de grandes obras cinematográficas. Es por ello que este mes cine y literatura se funden en la gran pantalla de los Martes de Cine. Se trata de una selección de adaptaciones cinematográficas de grandes piezas literarias. Un menú imperdible para los amantes del cine”.
En julio, designado como el mes Beis / Paqu, se concentra en historias de película.

Este martes 3 se inicia con Los santos inocentes, cinta de 1984 de Mario Camus sobre la novela de Miguel Delibes. José Felipe Díez Rioz expone: “Mario Camus, respetando al máximo el espíritu de la novela, filma la película en una estructura circular y empleando el flashback. Tras la presentación inicial de la familia de Paco, la primera escena es la llegada de Quince en tren a la estación de Zafra (Extremadura), está cumpliendo el servicio militar y tiene unos días de permiso para ver a sus padres y a su hermana. Ahí comenzamos a ver el talento de Mario Camus que nos contará una historia trágica y dura, pero la inicia con la esperanza y el cambio que supone la segunda generación, una generación que ya no quiere vivir como sus padres, una clara metáfora de la luz que comienza a vislumbrarse en una España negra; la última escena tiene el mismo protagonista y la misma esperanza: Quince sale de un sanatorio y camina hacia un nuevo rumbo mientras una bandada de pájaros recorre el cielo.
Tanto la novela como la película desarrollan varios temas: el sentido de la propiedad, los diferentes modos de vida, lo rural en contraposición a lo urbano, el sometimiento aceptado, las diferencias sociales y las barreras que impiden superarlas, la educación, la religión y el cambio generacional.
Un drama rural intenso, conmovedor, con unos personajes notables y una historia que vista hoy día, conserva la fuerza que la convirtió en un éxito de crítica y público en los años ochenta”.

Para el 10 llega la mirada de David Trueba, quien estrenó Soldados de Salamina, sobre la novela de Javier Cercas, en 2003. Según el crítico Ramiro Tomé: “Podría parecer que, a priori, es una novela demasiado compleja para sacar de ella un buen guión y de él una buena película. Sin embargo ahí entra un Trueba oportuno e inteligente como nunca que ha sabido retomar el tema de la creación literaria, adaptar con solvencia la relación realidad-ficción y comercializar hasta límites insospechados el ya célebre episodio del fustrado fusilamiento de Mazas. (…)
Pero si Soldados de Salamina de Cercas es una gran novelita y el homónimo de Trueba una gran adaptación (que no es lo mismo que una gran película) no es tanto por la historia que explican sino por las artes que usan para que los lectores y espectadores caigan a cuatro patas en el fantástico espejismo de verosimilitud, es decir para que crean que lo explicado es, salvando el maquillaje de los nombres falsos y alguna ‘exigencia del guión’, objetivamente cierto, históricamente cierto. (…)
Soldados de Salamina de Trueba, sin ser una gran película es una muy buena adaptación de la novela y tiene méritos propios más que suficientes para merecerse ser vista”.

El 17 será el turno de Manuel Gómez Pereira, cuya película de 2008, El juego del ahorcado, es una adaptación de la novela de Imma Turbau. Inma Valls apunta: “El cinesta se ha servido de un elenco desconocido para desarrollar un argumento en el que los secretos actúan de elemento desencadenante de una serie de sucesos difícilmente controlables por la pareja protagonista, los púberes Clara lago -descubierta por Imanol uribe en El viaje de Carol- y Alvaro Cervantes -nominado al Goya al mejor actor revelación- principal reclamo para la audiencia más afectada por los picores juveniles. Los anteriormente citados dan vida a Sara y David, amigos inseparables desde la infancia cuya amistad cambiará poco a poco hasta convertirse en una relación más estrecha. A partir de ese momento, el thriller tomará las riendas de la narración proporcionando a esta relación idílica un chute de irrealidad malsana dificilmete digerible por ellos mismos. (…)
Acostumbrado a dar a la audiencia una visión optimista en sus comedias de nivel, aquí Pereira cambia las tornas en un juego del ahorcado que saca partido de un género que, por precedentes, más de uno se ha empeñado en decir que nos queda grande. En este caso, el resultado no puede equipararse a obras donde las claves del género surgían de una mano maestra, pero logra llegar a buen puerto gracias al buen oficio de su pareja protagonista, sobre todo a la impecable labor de Clara Lago, que destaca en una cinta que, con un acertado manejo de la cámara, provoca inquietud y malestar a partes iguales, lo que no es poco”.

El autor celebérrimo Camilo José Cela y su novela La Colmena, adaptada por Mario Camus, llegarán el 24. Marcos Callau enfatiza: “En primer lugar debemos entender el trabajo de Mario Camus en dirección y José Luis Dibildos en guión como una gran labor de condensación, partiendo de la dificultad que entraña trasladar una novela de doscientos noventa y cuatro personajes. Pero el gran hallazgo de la cinta reside efectivamente en que el ambiente que Camilo José Cela quiso transmitir con La colmena permanece intacto, incluso reforzado en algunos detalles, a lo largo de toda la obra cinematográfica. (…)
Una música adecuada siempre ayuda a perfeccionar una idea y en esta película la composición lúgubre, casi fúnebre, de Antón García Abril consistente en la repetición de una melodía insistente interpretada por una triste trompeta, que vagamente nos quiere recordar a la que suena también en La strada y que Nino Rota compuso para Fellini. Tiene un efecto perfecto en el ambiente global sobre el que transcurre la obra. También la música que suena en el Café de Doña Rosa y ese tristísimo violinista interpretando Ojos verdes o Ave María ayudan a ambientar perfectamente este lugar de encuentros sociales, en mi opinión, tal y cómo nos lo habíamos imaginado al leer la novela. (…)
Pocas películas españolas reúnen tanta cantidad de actores históricos para nuestro cine como La colmena.  […] Si he de quedarme con un personaje sería el de José Sacristán como Martín Marco... no sé por qué, quizás porque es poeta y no tiene un duro y ésta situación lo convierte en la decadencia de esa España personificada. El caso es que es una reunión de actores y actuaciones fascinantes donde hasta el pequeño cameo de Camilo José Cela queda perfecto”.

El alquimista impaciente, estrenada en 2002 y dirigida por Patricia Ferreira sobre la novela de Lorenzo Silva, cerrará el mes el 31. Juan Fabián Delgado analiza: ”Lorenzo Silva construyó una novela entretenida y bien entramada en El alquimista impaciente, trasplantando con habilidad a escenarios, personajes y ambientes españoles un relato de intriga típico de la narrativa anglosajona. Y para darle el toque ibérico inconfundible hizo de sus protagonistas investigadores un sargento de la Guardia Civil con una soldado subordinada.
A la hora de llevarla al cine la directora Patricia Ferreira, en su segundo largometraje tras Sé quien eres, ha optado por seguir con fidelidad el texto, apenas simplificando algún personaje secundario, pero dejando que la química venga de la pareja protagonista, y también de la víctima, ese ingeniero de una central nuclear que juega con fuego hasta quemarse y del que vamos sabiendo más a medida que avanza la historia.
Como en todo buen relato de intriga no faltarán algunas sorpresas, pero no hay tracas espectaculares, ni persecuciones o tiroteos, optando los autores por la complicidad argumental y la tensión narrativa como eje de su obra”.

Todas las funciones se inician a las 19:30 en la Cinemateca Boliviana. El costo de las entradas es de Bs 16.
(Cualquier cambio en la programación previa no es imputable al autor del blog).

IMÁGENES: INTERNET.

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