miércoles, 18 de abril de 2012

¡Se va la primerita en la Cinemateca Sur!


Luego de bastante tiempo de madurar la idea, este martes 17 se inauguró, con una función especial a la que se accedía sólo mediante invitación, la Cinemateca Sur, alianza estratégica —como dicen los encargados de negocios— entre la Cinemateca Boliviana y el Cine Center en La Paz.
El ciclo inicial, denominado “Cartas de amor”, de este nuevo emprendimiento del repositorio nacional y para todo público comienza este jueves 19. Serán tres funciones diarias, a las 15:00, 18:00 y 21:00, en la Sala 16 del Mega Center, en la entrada hacia la zona de Irpavi.
De acuerdo con una nota informativa publicada en La Razón este miércoles 18, “a la proyección de las películas en la denominada Cinemateca Sur se sumará la organización de un ‘cine club’ orientado principalmente en los jóvenes. Mela Márquez, directora de la Cinemateca, explicó que desde finales de abril se organizarán sesiones en el Mega Center, en las cuales se analizarán las películas”.

Programa
El 19 y el 26 de abril se exhibirá Cinema Paradiso (Giuseppe Tornatore, 1988). El sitio cinenganos.com dice: «Nuovo Cinema Paradiso es una oda a las salas de antaño, aquellas que dieron verdadera vida al cine; un canto a las estrellas del Hollywood de la época dorada y un viaje a las emociones más profundas de todo aquel que ha amado y se ha apasionado por una cosa o una persona. Sin embargo, es también una metáfora excelsa del amar sediento, del sueño irremediablemente imposible, de la preferencia de la agonía callada al conformismo hablado. Nuovo Cinema Paradiso es un retrato del alma humana, de los ideales idos y las esperanzas no cumplidas que de cualquier forma, en su recuerdo y en los azares del reencuentro pueden otorgarnos la felicidad».



El 20 y 27 de abril será el turno de Silent Movie (La última locura de Mel Brooks, Mel Brooks, 1976). Una de las críticas en Filmaffinity acota: «Brooks sabía muy bien lo que hacía al saber moverse con la parodia tocando los géneros que tanto habían dejado generar clásicos indiscutibles del Séptimo Arte, desde la época dorada del Hollywood de la Universal Pictures o la incansable oleada de “westerns” manufacturados por maestros como Howard Hawks y John Ford, aunque después su carrera se resentiría con filmes más absurdos y aburridos. Pero en ese momento de inventiva y genialidad tan propia de su humor sátiro y apto para todos los públicos removió ideas hasta dar con el clavo; parodiar las películas mudas a modo de film mudo y que intentaba dar un toque de atención a la oleada de films comerciales tipo “Tiburón” (Jaws, 1975) que estremecían más por su surround y reclamo comercial con sabor a palomitas y coca-cola».

El 21 y 28 de abril podremos apreciar Chaplin (Richard Attenborough, 1992). Esta bio-pic sobre el famoso actor y director cuyo natalicio se recordó hace unos días, mereció este comentario en alohacriticon.com: «El film está narrado de una manera perfecta, empezando con la triste historia de su madre, lo que depara una de las principales curiosidades del film (y gran acierto) ya que está interpretada por la propia hija de Chaplin, Geraldine. Su vida está contada desde el momento en que Chaplin está en plena vejez, y va siendo comentada por un biógrafo interpretado por Anthony Hopkins. La realidad es que nunca tuvo un biógrafo pero sí es cierto que la película está en gran parte basada en su autobiografía.
Se siguen así sus inicios en el teatro habiendo interpretado antes de Charlot a un hombre un tanto mayor y borracho. La película nos muestra la creación, de manera algo surrealista, del personaje de Charlot en la gran pantalla. Más tarde se aprecia la codicia por crear y tener el control de todo. Conforme avanza el film también se analiza la cara oscura de la fama y los problemas que ello conlleva».


El 22 y 29 de abril la pantalla se llenará con La nuit americaine (La noche americana, François Truffaut, 1973). El blog 39escalones.wordpress.com indica: «a Truffaut le interesa lo efímero, lo provisional, lo transitorio de esas relaciones entre personas a las que ha unido un proyecto cinematográfico que, como todos, no es más que producto de una cadena imprevisible de azares y casualidades, como si el plató de cine fuera un pedazo autónomo de vida con principio y final, donde cabe lo alegre y lo frágil, los sueños y anhelos, las esperanzas, los miedos y las inseguridades, lo frívolo y lo profundo. La película denota por todos lados el profundo cariño que Truffaut puso en ella, una mirada nostálgica pero al mismo tiempo conciliadora con lo que el cine también es, el negocio, y con el hecho de la fama y el aspecto público de quienes intervienen en él (la escena en la que un tipo acusa a los trabajadores del cine de desvergüenza)».

El 23 y 30 de abril será el turno de la exquisita Sunset Boulevard (El crepúsculo de los dioses, Billy Wilder, 1950). En el portal laoffoffcritica.com se expone: «Uno de los rasgos más sobresalientes de esta película es su utilización de la realidad inserta en el propio metraje, convirtiéndola en una metáfora de sí misma, lo que no deja de ser un rasgo de genialidad. Por ejemplo, el título en inglés "Sunset Boulevard", es el nombre de una famosa calle de Los Ángeles, y al mismo tiempo significa "El boulevard del ocaso", que es justamente el tema de la película. Se puede decir que "El crepúsculo de los Dioses" está a medio camino entre la ficción y el documental. La actriz encargada de dar vida a Norma Desmond, Gloria Swanson, tiene el mismo recorrido vital que su personaje: superestrella del cine mudo que vio como su carrera desaparecía con la llegada del sonoro».


El 24 de abril y el 1º de mayo asisitimos a Barton Fink (Joel y Ethan Coen, 1991). De acuerdo con enclavedecine.com: «Empezando por Barton Fink, un joven escritor que realiza un viaje del cielo, tras conseguir un importante éxito en Nueva York, al infierno, tras conocer poco a poco la cruda realidad hollywoodiense. Su mayor aspiración es hacer obras “para el hombre común” sin embargo, su ego no le permite escuchar a la gente corriente que tanto podría enseñarle. Así se evidencia en la escena en la que conoce a Charlie, su vecino en el hotel. Él intenta contarle sus historias de “hombre corriente” pero Barton le interrumpe constantemente para hablarle sobre el arte y su obra. Él es un idealista, se considera un creador y defiende la teoría de que el artista debe escribir desde sus entrañas una vez que haya conocido el verdadero sufrimiento. Pues bien, precisamente ese es el camino, inesperado para él, que va a seguir hasta llegar al verdadero infierno en una imagen metafórica: el hotel en llamas es la máxima representación del territorio del diablo».

El 25 de abril y el miércoles 2 de mayo el ciclo propone la cinta sobre el enfant terrible Ed Wood (Tim Burton, 1994). En blogdecine.com se refiere: «Esto es una película de freaks (y en ese sentido, el guiño a la película de Tod Browning, en la secuencia de la fiesta fin de rodaje, es evidente) que viven en un mundo paralelo absurdo y melancólico. Ellos, junto con Ed, son el alma de esta fiesta del cine (pues su fondo, su forma, su tema y su razón de ser es el cine) que es ‘Ed Wood’, pues son sus vidas, locas y miserables, lo que verdaderamente nos importa, y el núcleo vital de esta maravilla. Y entre todas ellas las vidas de dos criaturas patéticas y apasionantes: el propio Ed, claro, y Bela Lugosi. Al segundo lo interpreta un Martin Landau en el mejor papel de su larga y prolífica carrera, adueñándose del mito de Lugosi y dotándole de una fisicidad que nos hace palpable la tragedia de las estrellas caídas, de los artistas masacrados por un arte que vampiriza (nunca mejor dicho) y que no se merece el amor que muchos le dedican».

El ingreso para cada función es de Bs 25.

IMÁGENES: INTERNET.

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