sábado, 10 de marzo de 2012

Merecido homenaje a la grandiosa Norma Merlo



La primera entrega del premio anual “Semilla del Cine Boliviano”, en homenaje al escritor paceño Óscar Soria Gamarra, será otorgada a la actriz y gestora cultural boliviano-argentina Norma Merlo, por su invaluable contribución al cine y a las artes escénicas. Esta premiación se llevará a cabo el día miércoles 14 de marzo de 2012, a horas 19:30, en la galería Mario Mercado de la Cinemateca Boliviana.
Óscar Soria Gamarra
Se cumplen ya 24 años del fallecimiento de Oscar Soria, guionista y escritor. Soria empezó a incursionar con el relato a través de la creación literaria, logrando varios reconocimientos internacionales por sus cuentos, hasta que en 1953 uno de ellos, titulado “Los que nunca fueron”, fue adaptado como guión por Luis Ramiro Beltrán y llevado a la pantalla por Jorge Ruiz. Desde entonces comenzó su relación con el cine, transitando 38 años de historia a través de diversas etapas. En principio con la productora TELECINE con Gonzalo Sánchez de Lozada y Ruiz, uniéndose posteriormente a Jorge Sanjinés e inaugurando el grupo Ukamau para realizar las obras fílmicas más importantes del cine boliviano: Ukamau (¡Así es!) (1966), Yawar Mallku (Sangre de cóndores) (1969), El Coraje del Pueblo (1971), Pueblo Chico (1974). Luego su carrera siguió independiente del grupo Ukamau, con otras películas muy representativas como Chuquiago (1977) y Mi Socio (1982). Antes de su deceso colaboró asimismo en los largometrajes Amargo Mar (1984) y Los Hermanos Cartagena (1985).
“El premio Semilla nace como un homenaje a don Oscar Soria, ya que él nos enseñó que no podemos olvidar las raíces y por tanto las semillas de las que nació el cine en Bolivia para poder entenderlo y buscar su futuro” comenta la directora de la Cinemateca Boliviana y discípula directa del guionista, Mela Márquez. “Honestidad, entrega, gran pasión, rigor” menciona como las palabras que podrían describir a cabalidad a su mentor, y se convierten en los principios para celebrar la trayectoria y aportes de muchísimas otras personalidades que constituyen las raíces de nuestro cine. “Es necesario valorar la cultura en nuestro país y los grandes representantes que cultivaron su crecimiento, y es necesario honrarlos y reconocerlos en vida”.

¿QUIÉN ES NORMA MERLO?

Dando vida a "La Tía Núñez", personaje típico paceño
Por si alguien no la conoce, cabe apuntar de inicio que Norma Merlo ha aportado activamente al desarrollo de la cultura y el cine en Bolivia, tanto frente como fuera de cámara, durante más de tres décadas. Merlo, nacida en Nicanor, Argentina, en 1934,  llegó a Bolivia en mayo de 1975 de la mano de Pedro Susz, su esposo, para dedicarse al teatro que fue y es aún su gran amor. Su paso por las tablas de este país y la pasión de su interpretación, 29 años después le valdría el título de Dama del Teatro de Bolivia y la Medalla alMérito Cultural de manos del ex presidente Carlos Mesa, el 17 de noviembre de 2004.
Paralelamente, incursionó en la actuación para cine y televisión, marcando presencia inolvidable en piezas como las series televisivas Santa Juana de América (1979) y Fuego Cruzado (1995), y películas como El Atraco y El día que murió el Silencio de Paolo Agazzi, Cuestión de Fe de Marcos Loayza, Amargo Mar de Antonio Eguino, La Ciega de Matías Marchiori y El piso 24 de Pedro Susz.
El aporte de Norma Merlo a la creación y consolidación de las instituciones de apoyo al cine en Bolivia fue fundamental. “Fue una labor que requirió temple, dedicación y sobre todo amor, y ella la cumplió de manera extraordinaria apoyando a Pedro Susz, en la creación de la Cinemateca. Ella fue el alma de este proceso” señala Mela Márquez. Según Antonio Eguino, Merlo fue “Una persona que ha apoyado la causa de la Cinemateca, especialmente en las malas, y una persona que siempre ha estado detrás de todos los proyectos culturales”.
Para la Fundación Cinemateca es un honor poder celebrar junto a Norma su aporte a la cultura nacional.

EL PERFIL

Un artículo de La Razón publicado hace siete años la pinta casi de cuerpo entero. Recuerda que cuando trabajaba para la empresa estadounidense Standard Electric, ya en Buenos Aires, dieron clases de artes dramáticas en su oficina. "Me anoté en seguida en teatro y el instructor —un flaco, rubio, desteñido— nos dio a leer Prohibido suicidarse en primavera (Alejandro Casona)". Lo que era un juego para el resto, Norma se lo tomó, por vezprimera, muy en serio. El muchacho llamó a todas las chicas para decir el texto de la enfermera Alicia. "A mí no me llamaba, pero yo anotaba todo lo que les decía a las otras". Ya cansado, el instructor decidió probarla a ella. Al terminar el parlamento, "el hombre estaba rojo de emoción".
Su llegada al país también tiene anécdotas. La dictadura de los 70 en Argentina se endurecía. Las requisas, sobre todo a los artistas, menudeaban. "Si te digo de irnos a Bolivia, ¿aceptarías?, me preguntó Pedro". La pareja llegó a La Paz en mayo de 1975, luego de pasar sustos por la vigilancia estrecha que el régimen de Hugo Banzer tenía ordenada en el país. La familia Susz quedó sorprendida, pero Pedro le tenía reservada una sorpresa mayor a su compañera.
"Tocó renovar la cédula de identidad de Pedro. Quedamos en encontrarnos en el cine Monje Campero luego del trámite. Un joven con sólo un bigote me sonríe y yo no le reconozco". Él, que había dicho tener 38 años amparado en su frondosa barba, resultó no contar sino con 23.
Ahora se dedica a contar cuentos, dar charlas sobre ello y compartir cuánto puede con el grupo feminista Mujeres Creando, en cuya casa se la encuentra a veces tomándose una bebida caliente.
El premio “Semilla del Cine Boliviano” se inicia así con un valioso reconocimiento a nuestra querida Normita, un ejemplo para todos quienes tenemos la dicha de conocerla.


IMÁGENES: CINEMATECA BOLIVIANA, CONACINEBOLIVIA.COM.BO, QUINBOLIVIA.REDQB.COM, RADIODESEO.COM.

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