Agosto,
designado como el mes Marrón / Chumpi para los Martes de cine español, se
concentra en cintas que “se han registrado en la historia de España como las
ganadoras de un Goya. Estos filmes han destacado por el trabajo de actuación,
la pulcritud de sus guiones y, sin duda, por la destreza de sus directores. Les
dejamos con una muestra de lo que la Academia reconoce como lo mejor del cine
español en sus diferentes categorías”, según el plegable promocional de la
muestra.
Este
martes 7 la propuesta arranca con Yo, también,
cinta de 2009 de Álvaro Pastor y Antonio Naharro. La sinopsis de Filmaffinity: “Daniel
(Pablo Pineda), un joven sevillano de 34 años, es el primer europeo con
síndrome de Down que ha obtenido un título universitario. Comienza su vida
laboral en la administración pública donde conoce a Laura (Lola Dueñas), una
compañera de trabajo sin discapacidad aparente. Y se enamora de ella”.
En
tomacine.com se expone: “Es
difícil saber convivir en armonía teniendo dentro de la familia un síndrome de
down. Las relaciones son complicadas, requieren del esfuerzo de todos pero a su
vez aporta una afectividad fuera del alcance de muchos hogares. En la película,
como en el caso particular de Antonio, conviven
dos hijos: uno con síndrome de down y otro no. Dejando en el trastero,
aguardando, la parte dura de la convivencia, en el film recalcan el lado
positivo. Su lado humano y la espléndida relación entre padres-hijos,
hermano-hermano, mostrando con entusiasmo la cercanía entre ellos”.
Para
el 14 llega la mirada de Francisco Rovira Beleta, quien estrenó El amor brujo en 1967. Sinopsis: “Historia de amor entre Antonio y
Candelas, continuamente ensombrecida por la crueldad de Diego, antiguo amante
de ella”.
Según
el crítico Enrique Colmena: “El amor brujo es una
versión sobre la obra de Manuel de Falla, la segunda que se hacía en España,
después de la primera y muy floja de Antonio Román, y antes de la tercera y
claramente manierista, de Carlos Saura. La versión de Rovira Beleta cuenta los
amores de dos jóvenes, Antonio y Candela, obstaculizados por la figura
siniestra de Diego, un antiguo amante de ella que se opone, en la vida y en la
muerte, a estas relaciones. El flamenco es sabiamente utilizado por el director
catalán para hacer progresar narrativamente la trama, integrándolo como un
elemento más de la obra cinematográfica. El resultado es una película digna y
noble, ambiciosa pero honesta, bien contada.
A
la buena factura del filme no fue ajena la intervención de Antonio Gades y
Rafael de Córdova, dos de los mejores bailarines que ha dado España. Gades
retomaría el tema diecinueve años después, junto a Saura y Cristina Hoyos.
Aparecen también Nuria Torray, una actriz que sólo parecía estar bien en las
cultistas películas y obras televisivas de su pareja, Juan Guerrero Zamora, y
La Polaca, en la época en que todavía tenía mucho protagonismo en el mundo
artístico español”.
El
21 será el turno de Fernando Fernán-Gómez, con su película de 1986, El viaje a ninguna parte. Sinopsis: “Franquismo,
años cuarenta. Dentro de un grupo de cómicos de la legua medio emparentados
entre sí, aunque no siempre recuerdan con precisión cuál es su parentesco,
surgen amores y desamores. Hay separaciones dolorosas y encuentros felices; el
trabajo se entremezcla con el amor, los problemas económicos con los
familiares, y el hambre con el sueño de alcanzar el triunfo”.
En
la bitácora cinemadreamer se apunta: “Fernán Gómez nos narra a través de su novela
primero, y de la película realizada un año después, sobre la pérdida de la
ilusión. El grupo de cómicos va de pueblo en pueblo felizmente hasta que le
hace sombra el invento del cine que llega a los pueblos por medio de un
distribuidor, cruel enemigo de los Galván, Solis. El director nos muestra la
perdida de la ilusión por parte de los miembros de la compañía. En primer lugar
de Juanita que dice a Carlos que el teatro se muere, la gente está más hecha a
ver fútbol o ir al cine, además de afirmar algo que a Carlos le rompe por
dentro: “No son actores, son vagabundos que tienen que suplicar un techo para
comer y dormir”. La tía de Carlos, y posteriormente su padre, Don Arturo,
deciden ponerse a trabajar para otra compañía de cómicos, pues ven que si para
una sola compañía hay apenas trabajo, para dos sería inexistente, con lo que
deciden unirse a ella para el resto de sus días. Maldonado, Rosita y Carlos
pondrán rumbo a Madrid para probar fortuna, abandonando esos caminos que tanto
han recorrido.
La
película también nos muestra lo que es la herencia familiar. El padre de Don
Arturo fue cómico, y él nació en un carro de cómicos para luego dar paso a su
hijo Carlos, que seguiría la tradición convirtiéndose en parte de la profesión.
Sin embargo Carlos sufrirá una puñalada al comprobar que su recién llegado hijo
Carlitos (al que define como zangolotino) se niega a formar parte de ese mundo aludiendo
que es ridículo. A pesar de los muchos esfuerzos que pone Carlos para que su
hijo ame el mundo de los cómicos, estos caerán en saco roto convirtiéndose él en
el último Galván de la escena”.
Con
un nombre clásico en la gastronomía hispana, Tapas, de José Corbacho y Juan Cruz, estrenada en 2005, concluye el
mes el 28. Sinopsis: “Varias historias se entrelazan en un barrio de
trabajadores de una gran ciudad. El miedo a la soledad de Mariano y Conchi, dos
jubilados; la esperanza y tristeza de Raquel, mujer de mediana edad que vive su
amor vía Internet; la incertidumbre del futuro de César y Opo; o el
descubrimiento que hace Lolo gracias a Mao, su nuevo cocinero, que le muestra
que hay otro mundo más allá de su bar”.
Antonio Núñez puntualiza: “Tapas,
una película con dosis bien medidas y equilibradas de comedia y drama, llena de
sensibilidad (que no sensiblería, ojo), con personajes que resultan naturales y
que son excelentemente perfilados con cuatro pinceladas. Se nota que antes de
golpear la claqueta por vez primera ha habido un trabajo previo de muchas horas
elaborando la historia, paso indispensable si se quiere hacer una película
consistente desde que se inventó el cine (detalle que se pasa por alto con
pasmosa frecuencia, como podemos ver en la cartelera cada semana). Corbacho y Cruz sitúan la historia en su querido Hospitalet de Llobregat, demostrando que
no todo tiene que suceder en las grandes capitales o en sus suburbios, y crean
la atmósfera de forma ejemplar: las calles, las tiendas, las casas... todo nos
resulta creíble”.
Todas
las funciones se inician a las 19:30 en la Cinemateca Boliviana. Las entradas
tienen un precio único de Bs 16.
IMÁGENES:
INTERNET.